jueves, 26 de febrero de 2015

Los trabajadores, la militancia sindical y las instituciones militares en tiempos de inestabilidad política, económica y social.

por Juan José López[1]


Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversas formas el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.
                                              K. Marx

Los registros fotográficos que plantearon los interrogantes que serán desarrollados en el trabajo siguiente pertenecen a épocas y momentos diferentes de la historia argentina pero en los cuales, sin embargo, encontramos puntos de coincidencia (los llamaremos A1- A2 y B1- B2)[2].

Tanto en B1 como en B2 nos encontramos en contexto de jóvenes realizando el servicio militar obligatorio, lo cual, por aquel entonces, plateaba representaciones diversas para las clases populares, desde movilidad social ascendente para unos, como para otros, una práctica humillante que generaba un fuerte rechazo. Pero, refiriéndonos al contenido específico de cada uno de ellos, o los interrogantes que de estos devienen, es necesario que planteemos tanto la situación como el contexto histórico.

 Entre todas las personas allí presentes podemos distinguir a dos, los cuales son mis tíos por línea paterna y que se encontraron, allá por los primeros años de la década de 1960 realizando dicho servicios, pero en puntos del país que terminaron situándolos en facciones opuestas en torno al llamado "conflicto entre azules y colorados"[3]. Vale aquí hacer la salvedad de que los regimientos en que ellos se encontraban nunca llegaron a enfrentarse, ni entre sí ni con ninguna otra facción opuesta, pero el contexto y las cuestiones inherentes a la escases de medios de comunicación que pudieran acercar de manera rápida y efectiva información a la familia, devino en un estado de fuerte incertidumbre sobre lo que sucedía o podía llegar suceder en estas condiciones, cabe recordar que a mediados del siglo XX y en una comunidad rural del interior de la provincia de Buenos Aires una radio en la casa era prácticamente un lujo que muy pocos se podían dar. Así como la ausencia de medios que garanticen canales ágiles de comunicación.

En el otro par de registros, el protagonista es también un hermano de mi padre pero que a su vez no participa de ninguno de los anteriores. En uno podemos encontrarlo con sus compañeros en la militancia sindical (A2) y, en el otro, en los festejos por el triunfo de la fórmula que restaurará el régimen peronista en la Argentina de los años de 1970[4](A1).

Los interrogantes que se plantean en el trabajo que se desarrolla más abajo están dedicados a pensar cuáles eran las perspectivas y cuáles las expectativas de las clases bajas, en torno a las problemáticas que se expresaban, tanto en el plano político como también en lo económico-social en una época de gran inestabilidad institucional. De esta manera es que este trabajo pretende analizar desde una perspectiva de clase, cómo el obrero argentino
- aquel que hasta el advenimiento de Perón al poder solo se había visto atravesado por procesos, en los cuales estaba completamente exento de participación - pasa a ser un actor fundamental de la política en la segunda mitad del siglo XX llegando más tarde -a partir de la intromisión de un nuevo golpe de estado allá por 1976 - a ser atravesados por un proceso que instalará en el inconsciente colectivo de los mismo, una fuerte negativa hacia la participación política activa. He aquí los fundamentos básicos de este trabajo, solo queda por desandar el derrotero histórico de aquellos que sentaron las bases de la lucha política contra los estados represores.

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[1] Trabajo final del Taller de Expresión oral y escrita II, Departamento de Historia, ISP “Joaquín V. González”, año 2014, Cátedra Elina Montes.
[2] Ver anexo documental
[3] Los azules y los colorados fueron las dos facciones que se enfrentaron en el seno del Ejército Argentino luego del derrocamiento en 1955 del presidente Juan Domingo Perón por la autodenominada Revolución Libertadora, respecto a la participación del peronismo en la vida social y política de la sociedad argentina. Estas denominaciones, reconocen su origen en la terminología empleada históricamente en el estudio de la ciencia militar, para denominar a los dos bandos hipotéticos que se enfrentan en una contienda determinada.
[4] El 12 de octubre de 1973, después de un holgado triunfo en las elecciones, comienza la tercera presidencia del Gral. Juan D. Perón con la esperanza de unidad y pacificación en todos los sectores de la vida nacional.
Su objetivo es apaciguar los ánimos y desalentar los extremismos mediante el Pacto Social basado más en la alianza de clases que en la confrontación. Lo que encuentra el líder a fines de ese año es diferente a lo esperado, todo está en discusión y ni su liderazgo se acepta en silencio.
Ante tanto nivel de intolerancia Perón condena la guerrilla en un discurso desde el balcón de la Casa Rosada y  Montoneros pasa a la clandestinidad. La organización Alianza Anticomunista Argentina (AAA) empieza con atentados y amenazas a políticos, artistas e intelectuales provocando el exilio de numerosas personalidades. Hay asesinatos atribuidos a ambos bandos y también al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), que opera en el monte tucumano.

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